(Reseña publicada en la WEB de la SEPEAP el 20 de Abril de 2009)
La ránula es consecuencia de la ruptura
del conducto excretorio de la glándula salival sublingual con
extravasación del moco y saliva en el tejido conectivo circundante,
formándose un seudoquiste, ya que carece de pared epitelial y la alta
concentración de proteína en líquido extravasado origina una intensa
respuesta inflamatoria. Se han descrito diversas técnicas para su
tratamiento: escisión simple de la ránula, escisión de la ránula y la
glándula salival sublingual ipsilateral, marsupialización y
criocirugía; aunque la posibilidad de remisión espontánea en la
población pediátrica debe ser también tenida en cuenta. De todos ellos,
en la actualidad el tratamiento definitivo con mas adeptos en la
actualidad es la escisión de la ránula y de la glándula salival
ipsilateral; en este procedimiento, dada la proximidad del nervio
sublingual existe riesgo de lesión del mismo. En los casos en que se
opte por el tratamiento conservador, si en 6 meses la lesión no remite o
recidiva en varias ocasiones parece indicado proponer el tratamiento
quirúrgico.
Según su localización la ránula puede ser
clasificada en ránula simple (intraoral) y ránula infiltrativa
(cervical). La ránula simple es la mas frecuente y representa una
colección de moco en el suelo de la lengua; en la ránula infiltrativa el
moco se acumula en los espacios submandibular y submentoniano del
cuello, asociando o no colecciones intraorales de moco.
El diagnóstico diferencial debe incluir los
linfangiomas y los mucoeles de las glándulas salivares menores.
Entre las causas que contribuyen al
desarrollo de la ránula deben tenerse en cuenta los traumatismos del suelo
de la boca o la cirugía de esta localización, en ambos casos se puede
originar ruptura u obstrucción de los conductos originándose el acúmulo y
extravasación de la saliva.
Keqian Zhi, Yumin Wen, Wenhao Ren, and
Yincheng Zhang.
Management of infant ranula. International Journal of
Pediatric Otorhinolaryngology 72 (6):823-826, 2008; publican una
revisión de 11 casos de ránula y en ninguno de ellos se pudo identificar un
antecedente traumático; lo que sugiere que en muchos casos la ránula puede
tener un origen congénito. En esta serie el 18% de las ránulas tuvieron una
resolución espontánea después de la aspiración de moco de la ránula.
Dr. José Uberos Fernández
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