(Reseña publicada en la WEB de la SEPEAP el 7 de Agosto de 2005)
Uno de los frentes abiertos con el reto de conseguir un uso racional de
los antibióticos es replantearse indicaciones asumidas en el pasado y sobre las que
no existe evidencia científica clara. Sin embargo, y esto ya lo hemos
comentado en otras ocasiones la evidencia científica como todas las
herramientas cuando no se utilizan convenientemente puede conducirnos a
caminos erróneos. Se impone pues siempre un análisis de las evidencias
que se nos presentan, ya que como el lector ya sabrá la verdad siempre
tiene dos caras.
El estudios de Kahn y Telian
aportan aproximadamente el mismo número de pacientes al metaanálisis (80
y 85 pacientes respectivamente), sin embargo la desviación estándar de
la media que comunica Kahn es mucho mas amplia que la presentada en el
trabajo de Telian, con igual número de casos en ambos estudios tales
diferencias sólo pueden deberse a la existencia de numerosos factores de
confusión que no han sido suficientemente controlados, lo que explica la
heterogeneidad de los resultados. Sin duda, uno de los confusores que
mas puede inferir en los resultados que estamos evaluando es el grado de
motivación que tiene el paciente para reincorporarse a su actividad
diaria normal, incluida la necesidad de retomar su dieta normal. Por
otro lado, parece
claro que uno de los condicionantes que van a hacer que el paciente
recupere antes su actividad normal va a ser el grado de dolor; sin
embargo tanto el metaanálisis de Burkart como el ensayo clínico de
O'Reilly coinciden en que el grado de dolor no difiere
significativamente entre pacientes que reciben y no reciben antibiótico.
Por consiguiente y si eliminamos el estudio de Kahn por las dudas
metodológicas que hemos comentado, nos quedaríamos con un metaanálisis
que incluye sólo el estudio de Telian que aporta sólo 85 pacientes. Que
duda cabe que antes de admitir la evidencia de las bondades del
tratamiento antibiótico postadenoidectomia deben realizarse mas ensayos
clínicos que controlen adecuadamente factores de confusión.
Dr. José Uberos Fernández
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