martes, 2 de mayo de 2017

Síndrome de Apnea-Obstructiva-Sueño (SAOS)

(Reseña publicada en la WEB de la SEPEAP el 1 de Diciembre de 2005)

   Se define el SAOS como un trastorno de la ventilación normal durante el sueño debido a una obstrucción parcial y prolongada o completa e intermitente de la vía aérea superior.
El SAOS puede presentarse a todas las edades, siendo su prevalencia mayor durante el periodo preescolar, coincidiendo con la mayor prevalencia de hipertrofia de adenoides, principal etiología del SAOS. Tiene igual frecuencia entre niños o niñas.
La sintomatología incluye ronquido nocturno, trastornos del sueño, somnolencia diurna. Entre las complicaciones se han descrito trastornos del crecimiento, retrasos de aprendizaje (déficit de atención-hiperactividad) y cor pulmonale. Entre los factores de  riesgo para el desarrollo de este síndrome se han descrito: hipertrofia de adenoides, obesidad, anomalías craneofaciales y alteraciones neuromusculares. El diagnóstico diferencial del síndrome de apnea-obstructiva-sueño debe siempre realizarse con el ronquido primario, que no se acompaña de ninguna patología de base, y es siempre benigno.
La Academia Americana de Pediatría emitió en el año 2002 una Guía de manejo del síndrome de Apnea-sueño: Section on Pediatric Pulmonology Subcommittee on Obstructive Sleep Apnea Syndrome American Academy of Pediatrics. Clinical Practice Guideline: Diagnosis and Management of Childhood Obstructive Sleep Apnea Syndrome. Pediatrics 109 (4):704-712, 2002. Para su diagnóstico se recomiendan además del examen físico preceptivo, el registro de audio y video durante el sueño, registro polisomnográfico y pulsioximetría. La anamnesis deben recogerse datos sobre posibles trastornos del sueño con despertar nocturno, sudoración nocturna, enuresis. Por inspección la existencia de hallazgos de hipertrofia de adenoides como boca entreabierta, obstrucción nasal, voz nasal. En conjunto el patrón de oro para el diagnóstico de SAOS es el registro polisomnográfico. Los objetivos de su diagnóstico incluyen:
  • Identificar los pacientes con riesgo de acontecimiento adversos:
    • Edad inferior a 3 años.
    • Registro polisomnográfico compatible con SAOS severo.
    • Fallo de medro.
    • Obesidad.
    • Prematuridad.
    • Infección respiratoria reciente.
    • Anomalías craneofaciales.
    • Alteraciones neuromusculares.
  • Evitar intervenciones en pacientes sin riesgo de acontecimientos adversos.
  Diversos estudios han demostrado que no existen relaciones entre el tamaño de adenoides y el desarrollo de SAOS, es por ello que en la actualidad se considera este síndrome como resultado de una miscelánea de factores entre los que habría que destacar el tono de la musculatura de la vía aérea superior. Los niños con SAOS experimentan los episodios durante la fase REM (movimientos oculares rápidos) del sueño que generalmente ocurre durante las primeras horas de la mañana, por lo que los episodios de apnea pueden escapar a la observación de los padres.
Las opciones terapéuticas incluyen:
  • Adenotonsilectomía: Puede no ser suficiente. Los resultados insatisfactorias generalmente se relacionan con la persistencia de algún otro factor de riesgo de  SAOS como es la obesidad. El riesgo de complicaciones postoperatorias esta incrementado en los pacientes con SAOS, entre ellas el edema pulmonar.
  • Presión positiva continua en vía aérea (CPAP). Indicada en aquellos pacientes con SAOS con mínima hipertrofia de adenoides.
  • Otras modalidades de tratamiento incluyen adelgazamiento en niños obesos y evitar contacto con humo del tabaco y otros contaminantes aéreos.
  • Otros tratamientos quirúrgicos pueden estar indicados en casos individualizados: úvulofaringopalatoplastia, reconstrucción craneofacial y en casos severos traqueotomía.
Dr. José Uberos Fernández

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